Señalan que buscar proveedores alternativos tomaría años y requeriría inversiones millonarias, lo que aumentaría inmediatamente los costos de producción. Amapola Grijalva, de la Cámara de Comercio México-China, advirtió que la medida pondría en riesgo la estabilidad de un sector clave para el T-MEC. La propuesta de aranceles, que el Congreso evaluará a finales de noviembre, es defendida por la presidenta Claudia Sheinbaum como una estrategia para fortalecer la producción nacional y reducir el déficit comercial con China. Sin embargo, también se interpreta como una respuesta a las presiones de Estados Unidos, que acusa a fabricantes chinos de utilizar a México como plataforma para evadir aranceles en el mercado norteamericano. Aunque algunas empresas, como la productora de acero Kold Roll, ven una oportunidad de crecimiento, la mayoría de los expertos temen que cualquier alteración en la cadena de suministro automotriz tenga repercusiones profundas en la economía nacional y regional.