Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) que el mercado ilícito de combustibles, incluyendo el llamado “huachicol fiscal”, persiste y representa uno de los mayores riesgos para su operación y finanzas. Esta admisión contrasta con la postura del gobierno federal, que asegura una disminución significativa de este delito. En su reporte a la SEC, Pemex advirtió que, a pesar de las acciones gubernamentales, es probable que la actividad delictiva continúe, lo que podría ocasionar “pérdidas económicas significativas”. La presidenta Claudia Sheinbaum, al ser cuestionada sobre este informe, reconoció que el huachicol “sí es un riesgo para las ventas de Pemex”, pero negó que la operatividad de la empresa haya fracasado. Sheinbaum sostuvo que tanto el robo en ductos como la importación ilegal de combustible sin pagar impuestos han disminuido.
“¿En qué se puede observar?
En el incremento de las ventas de Pemex y de los privados”, argumentó, señalando que el aumento en la venta legal es la mejor señal de la reducción del mercado ilícito. Por otro lado, José Antonio Meade, exsecretario de Hacienda, advirtió que las aportaciones fiscales de Pemex han caído peligrosamente, pasando de un promedio de 542 mil millones de pesos en el sexenio anterior a solo 157 mil millones este año, lo que debilita las finanzas públicas. Mientras tanto, la CANACINTRA de Tabasco solicitó a Pemex saldar los adeudos pendientes con proveedores para no agravar la situación económica de las empresas que le prestan servicios.
En resumenPemex alertó a reguladores de EE. UU. sobre el persistente riesgo del huachicol para sus operaciones, una visión que contrasta con la del gobierno mexicano, que defiende una reducción del delito basándose en el aumento de ventas legales. Mientras tanto, la caída drástica en las aportaciones fiscales de la petrolera y los adeudos a proveedores evidencian la compleja situación financiera que enfrenta la estatal.