
David Benavídez se ha posicionado como el retador principal de Saúl Álvarez, utilizando una estrategia mediática que apela al deseo de los aficionados y al legado del propio Canelo. Su desafío, que sugiere un ascenso de Álvarez a las 175 libras, busca acorralar al tapatío en un momento crucial de su carrera, presentándose como la única pelea verdaderamente significativa en su horizonte.



