La pelea entre Canelo Álvarez y Terence Crawford está siendo promovida por Dana White, CEO de UFC, y financiada por Turki Alalshikh de Riyadh Season, marcando una incursión significativa del mundo de las artes marciales mixtas y el capital saudí en el boxeo tradicional. Esta colaboración, operada a través de TKO Group Holdings (empresa matriz de UFC y WWE), podría revolucionar la forma en que se organizan y promocionan los grandes eventos de boxeo. La Comisión Atlética de Nevada otorgó una licencia de promotor a TKO, permitiéndole organizar el evento del 13 de septiembre. Esta movida estratégica aprovecha la infraestructura global de UFC para la organización y transmisión de eventos de pago por evento, lo que podría agilizar la concreción de peleas que antes tardaban años en materializarse. La influencia de UFC se ha notado en la promoción cruzada, con la WWE promocionando el combate durante eventos como SummerSlam.
Turki Alalshikh, por su parte, no solo aporta el respaldo financiero, sino que también busca implementar cambios para aumentar el espectáculo, como un bono por nocaut. “No vamos a tener más peleas aburridas en las que solo un boxeador persigue al otro”, declaró.
La intervención de White ha generado controversias, como la supuesta prohibición a los presidentes de los organismos de boxeo de subir al ring, aunque Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, aseguró haber aclarado la situación con Alalshikh. Esta alianza podría ser el preludio de una división de boxeo a gran escala bajo la marca UFC, un proyecto que Dana White ha insinuado en el pasado con “Zuffa Boxing”.
En resumenLa promoción del combate Canelo-Crawford por parte de Dana White (UFC) y la financiación de Turki Alalshikh (Arabia Saudita) representa una poderosa alianza que podría transformar el modelo de negocio del boxeo. Esta colaboración utiliza la infraestructura global de UFC y busca implementar incentivos, como bonos por nocaut, para hacer las peleas más atractivas, abriendo la puerta a una mayor integración entre el boxeo y las MMA.