La victoria del estadounidense en Las Vegas representa la tercera derrota en la carrera del ídolo mexicano y el fin de su reinado en las 168 libras. En una noche que muchos consideraban una defensa rutinaria para el campeón mexicano, Terence "Bud" Crawford ejecutó una clase magistral de boxeo para destronar a Canelo Álvarez ante más de 70,000 aficionados en el Allegiant Stadium. Las tarjetas de los jueces reflejaron su superioridad (con puntuaciones reportadas como 116-112, 115-113 y 115-113), producto de una estrategia impecable que neutralizó por completo el poder del tapatío.

Crawford, quien subió dos divisiones de peso para este desafío, utilizó su velocidad, precisión y elusivos movimientos laterales para desconcertar a Álvarez durante los 12 asaltos. Desde los primeros episodios, el estadounidense impuso su ritmo con un jab efectivo que mantuvo a raya a Canelo, quien lució frustrado e incapaz de descifrar la defensa de su rival. Varios reportes describen a un Canelo "desesperado" que, aunque conectó algunos golpes de poder, recibió un castigo más consistente y significativo.

La impotencia del mexicano fue evidente en los últimos rounds, culminando en una victoria contundente para Crawford que silenció a la mayoría de los presentes y redefinió el panorama de la división.