Inmediatamente después del combate, al ser cuestionado sobre su futuro, Canelo respondió con cautela: “Me voy a sentar con mi equipo y vamos a hablar”.

Esta declaración sugiere que no tomará decisiones apresuradas.

Sin embargo, se mostró abierto a la idea de un segundo enfrentamiento con Crawford, afirmando: “Me siento contento de compartir el ring con él y si lo hacemos otra vez, será grandioso”. La derrota, la tercera en una carrera de 68 peleas profesionales que abarca casi 20 años, ha llevado a algunos analistas a especular si este podría ser el “principio del fin” de su brillante trayectoria, como se mencionó en un artículo. Por ahora, el pugilista mexicano de 35 años ha priorizado el descanso y el tiempo con su familia antes de definir si buscará recuperar sus cinturones o si comenzará a planificar el cierre de su carrera. La decisión que tome en las próximas semanas será crucial para definir el capítulo final de su legado en el boxeo.