Las cifras confirman el estatus de la pelea como uno de los eventos más lucrativos del boxeo moderno, con bolsas millonarias para ambos contendientes. La transmisión en vivo a través de Netflix alcanzó una audiencia global masiva, con la plataforma confirmando que más de 41.4 millones de espectadores vieron el combate (Live+1), convirtiéndolo en “el combate de boxeo masculino más visto de este siglo”. El evento fue número 1 en Netflix en 30 países, incluyendo México y Estados Unidos. En el aspecto financiero, la pelea generó más de 47 millones de dólares en taquilla en el Allegiant Stadium de Las Vegas, que registró una asistencia récord de 70,482 personas. La bolsa total del evento fue de 200 millones de dólares, de los cuales Saúl Álvarez se aseguró una cifra garantizada de 150 millones, mientras que Terence Crawford recibió 50 millones. Esta disparidad en las ganancias, a pesar de la derrota de Álvarez, subraya su inmenso poder de atracción mediática y comercial. El éxito del evento valida la apuesta de Riyadh Season y la incursión de Dana White (presidente de la UFC) como promotor, además de posicionar a Netflix como un actor clave en la transmisión de deportes en vivo a nivel mundial.