El propio Álvarez reconoció las dificultades que enfrentó.

“Algunas veces tú lo intentas pero tu cuerpo no responde, esa es mi frustración. Tal vez pude descifrar a Crawford, pero mi cuerpo no podía responder más”, declaró en la conferencia posterior, admitiendo que su rival fue superior e incluso “mucho mejor que Mayweather”.

A pesar del resultado adverso, el tapatío mostró humildad y aceptó el veredicto.

“Una derrota no me define.

Al estar aquí yo ya gané”, afirmó, subrayando la importancia de su familia y su legado.

Además, dejó abierta la posibilidad de una revancha: “Me siento contento de compartir el ring con él y si lo hacemos otra vez, será grandioso”.