Este desplome es significativo, ya que durante años Canelo se había mantenido consistentemente en las primeras posiciones.

La actualización no solo reflejó su derrota, sino que también catapultó a Terence Crawford a la cima del ranking, consolidándolo como el nuevo rey indiscutido del boxeo para la publicación, a menudo llamada “la biblia del boxeo”. El nuevo top 10 muestra a figuras como Oleksandr Usyk y Naoya Inoue por encima del tapatío, e incluso a su potencial rival, el mexicoamericano David Benavidez, quien ahora se ubica en el noveno puesto, un peldaño por encima de él.

Esta reconfiguración del ranking es un golpe simbólico al legado de Álvarez, pues cuantifica la percepción de que su dominio ha sido desafiado y superado. A pesar de esta caída en las clasificaciones de los medios especializados, el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), a través de su presidente Mauricio Sulaimán, ha mantenido a Canelo como el retador número uno de la división supermediana, un gesto de respaldo institucional que contrasta con la opinión generalizada de la prensa.