El estadounidense, subiendo desde divisiones inferiores, demostró una superioridad técnica que desarmó al tapatío.

Desde el inicio, Crawford marcó el ritmo con su velocidad de manos, preciso juego de pies y la habilidad de cambiar de guardia, neutralizando la ofensiva de Álvarez. Juan Manuel Márquez señaló que la guardia zurda de Crawford fue clave, mientras que otros análisis destacaron cómo el estadounidense usó la distancia y los contragolpes para dominar.

A pesar de que Canelo conectó más golpes de poder (83-70), Crawford lo superó en golpes totales (115-99) y en jabs (45-16), evidenciando su control estratégico del combate. Con este triunfo, Crawford hizo historia al convertirse en el primer boxeador masculino en ser coronado campeón indiscutible en tres categorías de peso diferentes.

Tras la pelea, Álvarez aceptó el resultado con humildad, reconociendo la calidad de su oponente: “Una derrota no me define [...] Compartir el ring con Crawford fue especial, y si lo hacemos otra vez sería genial”.

Su esquina, liderada por Eddy Reynoso, fue criticada por no tener un “plan B” para ajustar la estrategia ante un rival que exhibió las deficiencias del mexicano contra peleadores que se mueven constantemente.