Canelo fue claro en su disposición para un segundo encuentro, declarando: “si lo volvemos a hacer sería grande, vamos otra vez, la acepto”.

Por su parte, Crawford inicialmente afirmó estar “dispuesto a lo que sea”, pero en días posteriores su postura se volvió más ambigua.

Durante una aparición en un juego de la NFL, al ser cuestionado sobre la revancha, mencionó que primero quería descansar y disfrutar su victoria.

Más tarde, en una entrevista con Ariel Helwani, llegó a insinuar el fin de su carrera: “Podría haberlo sido (mi última pelea).

No quiero decirlo aún”.

Esta incertidumbre se ve reforzada por las acciones del jeque Turki Alalshikh, quien en redes sociales sugirió a David Benavidez como el próximo rival ideal para Crawford, preguntando públicamente si el “Monstruo Mexicano” podría dar el peso de las 168 libras.

Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, también opinó que una revancha “generaría gran expectativa”, pero reconoció que cada peleador podría tomar su propio camino.

La combinación de la indecisión de Crawford y el interés de los promotores en nuevos enfrentamientos deja el futuro de un segundo combate en el aire.