
Terence Crawford Renuncia a su Título Superwelter para Enfocarse en las 168 Libras
Apenas una semana después de su histórica victoria sobre Canelo Álvarez, Terence Crawford renunció oficialmente a su cinturón de peso superwelter (154 libras) de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA). La decisión se tomó para concentrarse plenamente en su nuevo reinado como campeón indiscutido de los supermedianos. La WBA confirmó la noticia a través de un comunicado, explicando que Crawford había obtenido el título de las 154 libras en agosto del año anterior tras vencer a Israil Madrimov. Posteriormente, el organismo le concedió un permiso especial para subir de división y enfrentar a Álvarez en las 168 libras. Según el reglamento, un boxeador no puede mantener campeonatos en dos categorías de peso distintas si no los defiende activamente, por lo que Crawford optó por dejar vacante el cetro de la división inferior. Como resultado directo de esta decisión, la WBA elevó al alemán Abass Baraou, quien ostentaba el título de campeón interino, a la condición de campeón absoluto de la división superwelter. Esta movida estratégica por parte de Crawford solidifica su posición en la categoría de supermediano y centra la atención en sus próximos pasos como el nuevo monarca indiscutido, mientras el panorama en las 154 libras se reconfigura con un nuevo campeón.



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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al amenazar con retirar partidos del Mundial 2026 a ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump dijo: "Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial (...) dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos. Moveremos un poco las cosas. Pero espero que no sea necesario". Trump hizo especial énfasis en Seattle y San Francisco, señalando que están gobernadas por lo que llamó "lunáticos de la izquierda radical que no saben lo que se hacen". Estas declaraciones generaron preocupación entre autoridades locales y aficionados, ya que ambas ciudades tienen estadios programados para recibir partidos del torneo. El Lumen Field de Seattle, hogar de los Seattle Seahawks de la NFL, albergará seis partidos del Mundial 2026. Por su parte, el Levi's Stadium, ubicado en Santa Clara y sede de los San Francisco 49ers, también será escenario de seis encuentros. Estos recintos son parte de las 11 sedes que Estados Unidos compartirá con México y Canadá en la organización del torneo. Trump también mencionó que medidas similares podrían aplicarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, lo que amplió la polémica sobre la seguridad y la gestión de eventos deportivos de gran magnitud en ciudades gobernadas por demócratas. Aunque Estados Unidos coorganiza el Mundial 2026, Trump no tiene autoridad legal para cambiar la sede de ningún partido. Sin embargo, el mandatario mantiene una relación cercana con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien sí tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los lugares donde se jugarán los encuentros. Otras ciudades estadounidenses que recibirán partidos, como Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Houston, Boston o Philadelphia, también están gobernadas por demócratas, lo que podría generar más tensiones si el presidente decide intervenir o presionar para modificar sedes. El sorteo de la Copa del Mundo 2026 se realizará el próximo 5 de diciembre en Washington, con la asistencia prevista de Trump. La expectativa es conocer los grupos y enfrentar posibles disputas sobre la seguridad en las ciudades seleccionadas, un tema que ha ganado relevancia tras las declaraciones del mandatario. Analistas señalan que, más allá de la retórica política, cualquier cambio de sede sería complejo y requeriría de negociaciones internacionales, ya que el Mundial es un evento con reglas estrictas de organización y planificación a largo plazo.


