La derrota, su tercera como profesional, ha generado un intenso debate sobre su posición actual en la élite del boxeo. El combate del 13 de septiembre de 2025 marcó un punto de inflexión en la carrera del tapatío. Crawford, subiendo desde divisiones inferiores, demostró una superioridad técnica y táctica que neutralizó el poder de Álvarez.

Los jueces reflejaron este dominio en sus tarjetas con puntuaciones de 116-112, 115-113 y 115-113, todas a favor del estadounidense, quien se convirtió en el primer boxeador en ser campeón indiscutido en tres categorías de peso distintas.

A pesar del resultado adverso frente a más de 70,000 espectadores, Canelo mostró humildad y deportivismo.

"Una derrota no me define", declaró Álvarez, añadiendo que "compartir el ring con Crawford fue especial, y si lo hacemos otra vez sería genial".

Por su parte, Crawford elogió a su rival, calificándolo como "un gran campeón". La pelea fue descrita por analistas como una en la que Crawford desnudó las deficiencias de Canelo, aprovechando un histórico bajón de rendimiento del mexicano a partir del sexto asalto. La incapacidad de Álvarez para descifrar los movimientos de Crawford y la falta de un "plan B" por parte de su esquina fueron señalados como factores clave en el resultado que le costó los cuatro cinturones de la división.