Mientras que figuras del boxeo y el propio Canelo se muestran abiertos, el equipo de Crawford ha expresado escepticismo, argumentando que la superioridad demostrada fue tal que un segundo combate carecería de sentido. La posibilidad de un segundo capítulo genera opiniones divididas.

Por un lado, Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), señaló que una revancha "generaría gran expectativa" y es una opción viable.

El propio Saúl Álvarez se mostró receptivo tras la pelea, afirmando: "si lo hacemos otra vez, será genial".

Esta postura es respaldada por quienes ven un enorme potencial comercial en un segundo enfrentamiento.

Sin embargo, desde el bando del nuevo campeón, las opiniones son más cautelosas.

Bernie Davis, entrenador de Crawford, declaró que no ve sentido a una revancha debido a la clara superioridad de su pupilo. Aunque el propio Terence Crawford mencionó que le interesaría un segundo combate, su equipo parece considerar que no hay nada más que probar.

Esta dualidad de opiniones deja el futuro del enfrentamiento en el aire. Mientras Canelo necesita una oportunidad para redimirse, el equipo de Crawford podría optar por explorar otros caminos, dejando al mexicano con la incertidumbre de si podrá vengar una de las derrotas más significativas de su carrera.