Este nuevo estatus como contendiente, y no como campeón, cambia la dinámica de sus futuras negociaciones y peleas. Ahora, en lugar de defender sus coronas, deberá buscar la manera de volver a conquistarlas, un camino que se complica aún más con su próxima cirugía de codo. Este período sin títulos marca un capítulo inédito en la fase madura de su carrera y plantea interrogantes sobre su capacidad para volver a reinar en el competitivo mundo del boxeo.