En declaraciones recientes, Benavídez expresó su frustración con la situación actual del boxeo de élite.

"Estoy harto de ver a los boxeadores conseguir las peleas más fáciles solo porque ganan los sueldos más altos", afirmó, haciendo una clara alusión a Álvarez.

"Ni siquiera se trata de dinero. Se trata de darles a los fanáticos del boxeo las peleas que se merecen.

¡Vamos a la guerra!".

Con este llamado, Benavídez se posiciona nuevamente como el rival que el público demanda para Canelo.

Sin embargo, también ha complicado el panorama para un futuro enfrentamiento al declarar de manera tajante su salida de la división de peso supermediano. "Ya terminé con el peso Supermediano.

No me interesa bajar a 168 ni por Canelo", aseguró, lo que implica que cualquier posible pelea entre ambos tendría que negociarse en una categoría de peso superior, donde Benavídez ahora compite. Esta postura, aunque firme, añade un obstáculo más a una pelea que ha sido largamente esperada por los aficionados.