En declaraciones a FightHype, García, padre y entrenador del excampeón Danny García, afirmó que Canelo “parecía quemado”.

Sostuvo que el alto volumen de peleas en los últimos años ha afectado su capacidad de recuperación. “Tres peleas en un año son demasiado para alguien con su historial y el tiempo que lleva en el boxeo profesional.

Su cuerpo ya no se recupera igual”, sentenció.

Esta opinión ha abierto un debate sobre si el intenso ritmo competitivo que Álvarez ha mantenido desde 2020 le pasó factura en un momento crucial.

García también criticó la estrategia del mexicano, sugiriendo que la pelea contra Crawford fue un error táctico: “Canelo fue inteligente al evitar a David Benavidez, pero debió aplicar esa misma inteligencia con Terence Crawford.

No debió haber peleado con él”.

Durante el combate, se observó a un Canelo más lento, con menos energía y un poder de golpeo que no logró incomodar al estadounidense. La perspectiva de García se complementa con el análisis de otras figuras como el exboxeador Erik Morales, quien elogió la ejecución del plan de pelea de Crawford, afirmando que “lo estudió bastante bien” y lo ejecutó de manera “fácil y sencilla”. En conjunto, estas opiniones pintan un cuadro en el que el desgaste físico de Canelo, sumado a la brillantez estratégica de su oponente, fue un factor determinante en el resultado.