Esta situación otorga a Crawford la libertad de elegir su próximo movimiento sin estar atado a un nuevo combate con el mexicano. El propio Crawford, en una entrevista para ESPN, expresó su deseo de tomar un descanso antes de tomar decisiones.

"No lo sé [...] quiero ir a casa, relajarme; mi cumpleaños es en 2 semanas. Quiero disfrutar mi victoria por ahora", comentó el estadounidense, dejando claro que no tiene prisa por definir su futuro.

Además, la situación se complica por la próxima cirugía de codo de "Canelo" y su largo periodo de recuperación, que pospone su regreso al ring hasta mediados de 2026. Esta combinación de factores —la libertad contractual de Crawford y la inactividad forzada de Álvarez— deja la esperada revancha en un estado de completa incertidumbre.