Con su regreso al ring planeado para mediados de 2026, el tapatío enfrenta un escenario donde potenciales oponentes no parecen dispuestos a esperar. Un elemento concreto en sus planes es su acuerdo con la marca árabe de boxeo Riyadh Season, con la que aún tiene dos peleas pactadas para el próximo año, según se informa. Este compromiso contractual asegura que Canelo tendrá actividad una vez que se recupere, consolidando la presencia del boxeo de alto nivel en el Medio Oriente.

Sin embargo, la lista de posibles oponentes es fluida. Su larga ausencia por la recuperación de la cirugía de codo complica la planificación.

El caso del invicto británico Hamzah Sheeraz es un claro ejemplo.

Su promotor, Frank Warren, indicó que no se quedarán de brazos cruzados esperando al mexicano: “Dejemos que Canelo se opere... y veamos dónde estamos”.

El propio Sheeraz ha declarado que su prioridad es una oportunidad por los títulos, “sin importar quién los tenga”, ya sea Crawford o si los cinturones quedan vacantes. Esta situación, sumada a la incertidumbre general sobre cómo continuará su carrera en 2026 y su plan de retirarse alrededor de los 37 años, coloca a Canelo en una posición donde, aunque tiene peleas aseguradas contractualmente, sus adversarios podrían ser muy diferentes a los que se barajaban antes de su derrota y lesión.