La mayoría de las fuentes coinciden en que su regreso no se producirá hasta “mediados de 2026”, aunque un artículo menciona la posibilidad de volver en “mayo”. Esta es la tercera intervención de este tipo en la carrera del boxeador, lo que subraya el desgaste físico acumulado. La prolongada inactividad, que podría superar el año y medio, es un factor crítico que podría mermar su rendimiento físico y su atractivo mediático. Esta pausa forzada llega en un momento delicado, tras perder su condición de campeón indiscutido, y complica directamente sus compromisos contractuales, especialmente el acuerdo de múltiples peleas que mantiene con la empresa saudí Riyadh Season. La combinación de una derrota significativa y una rehabilitación extensa plantea serias dudas sobre si Álvarez podrá regresar al nivel de competencia que lo consolidó como un ícono global del deporte.