La pelea de Canelo contra Terence Crawford es citada como uno de los primeros “experimentos” de esta nueva visión. En dicho evento se implementaron innovaciones como luces LED en el ring, un marketing agresivo y la exclusión de promotores tradicionales. La participación de Canelo en este nuevo modelo lo posiciona como la figura de credibilidad y atractivo global necesaria para lanzar la iniciativa.

Sin embargo, este rol también lo expone a un mayor escrutinio.

La leyenda Evander Holyfield expresó su escepticismo sobre los planes de White, defendiendo los valores tradicionales del boxeo y criticando que personas ajenas al deporte intenten cambiarlo. La posición de Canelo es, por tanto, paradójica: mientras su estatus lo convierte en el rostro ideal para este cambio, su reciente derrota bajo este nuevo formato experimental abre el debate sobre el impacto que estas transformaciones tendrán en el deporte y en su propio legado.