La carrera de Canelo Álvarez ha sido una de crecimiento constante, moldeada por victorias clave y derrotas formativas.

Su primer gran hito fue en 2011 contra Matthew Hatton, donde ganó su primer título mundial. La pelea contra Shane Mosley en 2012 confirmó su madurez al vencer a una leyenda, mientras que la unificación de títulos ante Austin Trout en 2013 lo consolidó. La derrota ante Floyd Mayweather Jr.

ese mismo año es vista como una "lección" fundamental que lo obligó a mejorar su defensa. Su victoria sobre Miguel Cotto en 2015 lo coronó como "el heredero del trono latino". Los análisis también destacan su audacia al subir de divisiones, como en su victoria por nocaut sobre Sergey Kovalev en 2019 para ganar un título semipesado. Las dos "guerras legendarias" contra Gennadiy Golovkin en 2017 y 2018 forjaron su carácter y lo posicionaron como el mejor libra por libra del momento. Finalmente, su camino hacia la unificación total en el peso supermediano, culminando con la victoria sobre Caleb Plant en 2021 para convertirse en el primer campeón indiscutido de la división, es considerado la cima de su carrera. Cada uno de estos combates es visto como un peldaño en la construcción de su legado.