Márquez, en una entrevista con BLCK MNKY TV, calificó la pelea contra Benavidez como un evento necesario y largamente esperado.

“Está esa pelea que siempre hemos pedido, que no se ha dado”, afirmó, recordando que Benavidez fue retador oficial en las 168 libras, división que Canelo dominó.

Según el “Dinamita”, aunque concretar el combate es “difícil, pero no imposible”, es la oportunidad perfecta para que Álvarez recupere su prestigio. La presión de Márquez se suma a un clamor popular que considera a Benavidez el retador natural por su poder, agresividad y condición de invicto en la categoría supermediana antes de subir a las 175 libras. El propio Márquez reconoció el desafío que Benavidez representaría, destacando su próximo combate contra Anthony Yarde como una prueba de su nivel en la nueva división. Mientras Canelo se recupera de su cirugía de codo, con un posible regreso en mayo de 2026, la exigencia de enfrentar a Benavidez se posiciona como una de las principales narrativas en torno a su futuro, poniendo a prueba su disposición para aceptar los retos más peligrosos en la etapa final de su carrera.