
Crisis de seguridad en Culiacán: un año de conflicto interno del Cártel de Sinaloa
A un año del inicio de la pugna entre facciones del Cártel de Sinaloa, Culiacán enfrenta una de sus peores crisis de seguridad, con cifras alarmantes de homicidios, desapariciones y un profundo impacto socioeconómico. La violencia ha transformado la vida cotidiana de los sinaloenses, afectando actividades escolares, laborales y sociales. La disputa, que comenzó en septiembre de 2024 tras la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, enfrenta a “Los Chapitos”, hijos de Joaquín Guzmán Loera, contra “Los Mayos”, leales a Zambada. Este conflicto por el control territorial y de rutas de trasiego ha dejado un saldo trágico: las cifras varían ligeramente entre fuentes, pero se reportan alrededor de 1,800 a 2,000 homicidios dolosos y más de 2,000 a 2,390 desapariciones forzadas en los últimos doce meses. Miguel Calderón Quevedo, coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), describió la situación como una tormenta constante: “A veces es intensa como un huracán categoría cinco… pero no ha dejado de ‘llover’”. La crisis ha superado a las vividas en 2008 y 2017 por su duración y profundidad, debilitando a las instituciones de seguridad estatales, que dependen en gran medida del apoyo federal. El impacto económico es igualmente devastador, con el cierre de más de 1,000 a 2,000 negocios, la pérdida de más de 25,000 empleos y pérdidas estimadas en miles de millones de pesos. La violencia también ha provocado el desplazamiento forzado de aproximadamente 90,000 a 100,000 personas y una disminución del 15% en la matrícula escolar debido a la migración de familias. La sociedad vive en un clima de miedo generalizado, con ataques a hospitales, bloqueos carreteros y una sensación de impunidad que ha llevado a la ciudadanía a movilizarse en busca de paz.



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