“Cada vela representa una persona desaparecida, representa una silla vacía en cada hogar”, expresó una de las participantes.

Las madres denunciaron la apatía y la falta de respuesta de los gobiernos estatal y federal, señalando que algunos expedientes han estado estancados en la Fiscalía durante años.

María Isabel Cruz Bernal, presidenta de Sabuesos Guerreras, manifestó: “Queremos paz, y queremos que nadie más sea desaparecido”.

Durante la protesta silenciosa, se realizó un pase de lista nombrando a los desaparecidos, a lo que la multitud respondía “presente”, como un acto de resistencia contra el olvido.

Muchas familias sospechan que sus seres queridos, en su mayoría jóvenes, fueron reclutados a la fuerza por el crimen organizado. La luz de las velas iluminó la explanada, transformándose en un símbolo de esperanza y en un reclamo de justicia para miles de familias que viven en la incertidumbre.