La manifestación, descrita como histórica, representó un contundente llamado a las autoridades para restaurar la seguridad y la tranquilidad.

Bajo el lema "¡Ya basta, queremos paz!

", la marcha fue convocada por más de 36 organizaciones civiles, empresariales y colectivos de búsqueda, reuniendo a familias, comerciantes y ciudadanos de diversos sectores. Los organizadores estimaron una participación de entre 20,000 y 50,000 personas, quienes, en su mayoría vestidas de blanco, recorrieron la avenida Álvaro Obregón desde la iglesia de La Lomita hasta la Catedral. El obispo de la diócesis, Jesús Herrera Quiñonez, bendijo el inicio de la protesta, afirmando que "el mal no tiene la última palabra". Durante el recorrido, los manifestantes expresaron su hartazgo con consignas como "¡Narcoguerra no!"

y "¡Fuera Rocha! ", reflejando una profunda desconfianza hacia la gestión del gobernador Rubén Rocha Moya. Martha Reyes Zazueta, presidenta de Coparmex-Culiacán, leyó un documento en el que se solicitaba la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum ante la "nula actuación" del gobierno estatal. En respuesta, tanto el gobernador Rocha Moya como la presidenta Sheinbaum reconocieron la legitimidad de la manifestación. Rocha felicitó a los participantes, admitiendo que "efectivamente no tenemos paz", mientras que Sheinbaum se comprometió a "seguir trabajando" y anunció una visita del gabinete de seguridad a Sinaloa para pacificar la región.