
Un año de guerra interna del Cártel de Sinaloa deja casi 2,000 muertos y miles de desaparecidos
Sinaloa, y en particular Culiacán, ha cumplido un año sumido en una crisis de seguridad sin precedentes, resultado de una violenta pugna interna en el Cártel de Sinaloa. Este conflicto ha dejado un saldo devastador en términos de vidas humanas, estabilidad social y desarrollo económico en la región. La violencia se desató en septiembre de 2024 tras la detención de Ismael "El Mayo" Zambada, un hecho que, según los reportes, fracturó el equilibrio de poder y desató una guerra abierta entre las facciones de "Los Chapitos", hijos de Joaquín Guzmán Loera, y "Los Mayos", leales a Zambada. Las cifras oficiales y de organizaciones civiles reflejan la magnitud de la tragedia: en doce meses se han registrado cerca de 1,958 homicidios dolosos y más de 2,390 desapariciones forzadas. Miguel Calderón Quevedo, del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), describe la situación como una "tormenta constante" que ha superado crisis anteriores y ha transformado la vida cotidiana. La violencia no se limita a enfrentamientos; ha provocado el desplazamiento de comunidades enteras, especialmente en la zona serrana, el cierre de más de 300 negocios con pérdidas económicas estimadas en 6 mil millones de pesos y la paralización frecuente de actividades escolares. La población civil vive atrapada en el fuego cruzado, con 57 menores de edad entre las víctimas. A pesar del despliegue de más de 10,000 elementos federales y estatales, la percepción general es que las autoridades han sido rebasadas.



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