La organización de las celebraciones del Grito de Independencia en Culiacán ha estado marcada por controversias que reflejan la profunda crisis de seguridad que vive la ciudad. La participación del cantante español Miguel Bosé y la prestación del servicio de transporte público nocturno se convirtieron en puntos críticos de la planeación. El gobernador Rubén Rocha Moya confirmó que Miguel Bosé se presentará en la ceremonia, pero admitió que el artista reconsideró su participación "por unos minutos" debido a la situación de violencia en la entidad, después de que seguidores en redes sociales le sugirieran no asistir. Bosé finalmente aceptó tras solicitar y obtener garantías de un refuerzo en su seguridad personal.
Paralelamente, surgió un conflicto con el Sindicato de Camioneros, cuyo dirigente, Flavio Rolando Ibarra, anunció que los choferes no prestarían servicio durante la noche del 15 y madrugada del 16 de septiembre.
La negativa se fundamentó en "amenazas anónimas" y el riesgo de vandalismo en colonias populares, poniendo en peligro tanto a conductores como a pasajeros.
Ibarra enfatizó que la decisión de trabajar sería voluntaria y sin represalias. Esta postura contrasta con los planes del gobierno, que aseguró tener garantizado el transporte gratuito con 156 camiones de 52 rutas hasta la 1:00 de la madrugada, con el respaldo de operativos de seguridad. El secretario de Gobierno, Feliciano Castro, expresó su confianza en que se llegaría a un acuerdo, pero la situación evidenció la brecha entre las garantías oficiales y la percepción de riesgo de los trabajadores.
En resumenLos preparativos para el Grito de Independencia en Culiacán se vieron empañados por la inseguridad, obligando a reforzar la seguridad para el artista principal, Miguel Bosé, y generando una negativa inicial de los transportistas a operar de noche por temor a la violencia, lo que subraya los desafíos de seguridad en la capital.