Durante el trayecto, los manifestantes corearon consignas como "¡Ya basta, queremos paz!

", "¡Recuperemos nuestras calles!"

y "¡Fuera Rocha! ", en una clara muestra de descontento hacia la gestión del gobernador Rubén Rocha Moya. Martha Reyes Zazueta, presidenta de la Coparmex-Culiacán, leyó un documento en el que se demandó una mayor intervención del gobierno federal ante la "nula actuación de Rocha". El obispo de Culiacán, Jesús Herrera Quiñonez, bendijo el inicio de la marcha, describiéndola como una "oración en movimiento" y una súplica por la paz. La protesta también visibilizó el impacto económico de la inseguridad, con la pérdida de 40,000 empleos y el cierre de unos 2,000 negocios, según Óscar Sánchez, de la Unión de Comerciantes en Culiacán.