Tras el ataque, los vecinos alertaron a los servicios de emergencia a través del número 911. Al lugar acudieron paramédicos de la Cruz Roja, quienes confirmaron el fallecimiento del hombre y procedieron a cubrir el cuerpo. Posteriormente, agentes de la unidad de homicidios dolosos y personal de servicios periciales de la Fiscalía General del Estado se hicieron cargo de la escena del crimen. Los peritos realizaron las diligencias correspondientes, como el levantamiento de indicios balísticos y la documentación del lugar, antes de ordenar el traslado del cuerpo al servicio forense para la autopsia de ley. Este suceso es un ejemplo más de la violencia de alto impacto que afecta a la capital sinaloense, con homicidios ocurriendo a plena luz del día en zonas residenciales.