Cada productor aportó 1,000 pesos para rentar un autobús y cubrir los gastos del traslado, demostrando un esfuerzo colectivo para visibilizar su reclamo.
En Guadalajara, se unieron a productores de Jalisco, Chihuahua y Durango, aunque la delegación sinaloense fue una de las más vocales en sus demandas. Los manifestantes desplegaron mantas con imágenes del campo y símbolos de lucha agraria, dirigidas al secretario Berdegué, para exigir la entrega inmediata de los recursos comprometidos. La urgencia de la protesta fue subrayada por Martín Lim, un productor de Navolato, quien afirmó que de un grupo de 2,000 productores, “sólo dos o tres habían recibido recursos”. Esta situación de incumplimiento generalizado fue el principal motor de la movilización, que buscaba obtener una respuesta clara sobre las fechas y los montos pendientes. La elección del foro SMTA Guadalajara como escenario para la protesta fue estratégica, ya que garantizaba la presencia de altos funcionarios y la atención de los medios, amplificando el alcance de sus exigencias.