Este no es un hecho aislado; apenas el 8 de septiembre, un hombre vestido de médico fue detenido en el mismo hospital con una jeringa, aunque no logró llegar al área de pacientes. La Secretaría de Salud ha registrado seis incidentes similares en hospitales del estado, cinco de ellos en el interior de las instalaciones, lo que sugiere un patrón de intentos de “rematar” a pacientes, presuntamente heridos en hechos violentos. A raíz de estos ataques, se implementaron operativos especiales con presencia interinstitucional, incluyendo a la Guardia Nacional, para resguardar los hospitales. Las autoridades no revelaron la identidad de la detenida ni del paciente, pero confirmaron que el estado de salud de este último es monitoreado permanentemente mientras un dispositivo de seguridad permanece en el nosocomio.