La violencia se manifestó en múltiples frentes.

En la colonia San Isidro, fue encontrado el cuerpo de una mujer joven con signos de tortura y disparos, uno de los ocho asesinatos registrados en el estado durante el fin de semana. En la colonia Buenos Aires, un ataque a balazos dejó dos hombres muertos, mientras que en la Benito Juárez, otro doble homicidio fue reportado. La sindicatura de Culiacancito fue escenario de un enfrentamiento entre la Marina y civiles armados que resultó en un presunto agresor abatido y ocho detenidos, además del aseguramiento de armas y vehículos blindados. Horas después, se reportaron detonaciones en la sindicatura de El Tamarindo. La inseguridad también alcanzó a las instituciones educativas, con el incendio de la biblioteca y vandalismo en la secundaria Profesor Enrique Romero en Bellavista.

Además, un domicilio en Colinas de San Miguel fue atacado a balazos e incendiado por un grupo armado.

A estos hechos se suma la privación de la libertad de tres personas en el fraccionamiento Santa Rocío. Esta ola de violencia, enmarcada en la disputa entre facciones del crimen organizado, ha obligado a suspender clases presenciales en algunas comunidades cercanas a Culiacán, como El Tigre y Tamarindo, afectando la vida cotidiana y la educación de los jóvenes.