Ante la persistente ola de violencia, las autoridades han intensificado la presencia militar y los operativos de seguridad en Culiacán y sus sindicaturas, lo que ha resultado en enfrentamientos, detenciones y el aseguramiento de armamento y vehículos blindados. Además, se ha creado una nueva unidad táctica para reemplazar al anterior Grupo Élite de la Policía Estatal. Uno de los eventos más significativos fue un operativo en la sindicatura de Culiacancito, donde un enfrentamiento entre elementos de la Secretaría de Marina y civiles armados dejó como saldo un presunto agresor abatido y ocho personas detenidas. En la misma zona, el Ejército Mexicano aseguró diez armas largas y cuatro vehículos, dos de ellos con blindaje artesanal y uno acondicionado para transportar armamento de alto calibre. También se localizó una camioneta Ford Súper Duty con blindaje artesanal y múltiples impactos de bala en un predio baldío.
Estos operativos son una respuesta a la escalada de violencia, que incluye reportes de grupos armados patrullando comunidades y disparando contra viviendas. Para fortalecer la capacidad de reacción, la Secretaría de Seguridad Pública estatal anunció la creación del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), que sustituirá al extinto Grupo Élite. Verona Hernández, vocera de la SSP, explicó que esta unidad, equipada con vehículos tácticos Ocelot y Kamasotz, “acude a los hechos más relevantes y que precisamente su tarea es acudir a los hechos más fuertes”.
La presencia de las fuerzas armadas también fue notoria durante el desfile cívico-militar del 16 de septiembre, donde participaron más de mil 300 efectivos del Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, en una demostración de fuerza en el corazón de la ciudad.
En resumenLa respuesta de las autoridades a la crisis de seguridad en Culiacán se ha centrado en una mayor militarización y en la creación de unidades tácticas especializadas. Los recientes enfrentamientos y aseguramientos en Culiacancito demuestran una estrategia de confrontación directa, mientras que la formación del GOES y el despliegue militar en eventos cívicos buscan proyectar una imagen de control, aunque la violencia en el municipio persiste.