Esta medida responde directamente a graves incidentes de seguridad. Uno de ellos fue la detención de una mujer que, vestida con uniforme médico, ingresó al hospital e inyectó una sustancia desconocida a un paciente herido de bala.

Posteriormente, una enfermera fue vinculada a proceso por este caso.

En otro suceso, un paciente fue asesinado a balazos dentro del mismo hospital por individuos que lograron escapar.

La violencia también ha afectado al personal fuera de las instalaciones, como lo demuestra el asesinato del jefe de farmacia del IMSS cerca de la clínica. Ante esta situación, se planea reforzar la vigilancia con la Guardia Nacional y habilitar un acceso único con sistema biométrico para el área de atención a pacientes con heridas de bala. Estas acciones buscan garantizar la seguridad de miles de trabajadores y pacientes en un entorno de alto riesgo.