La ciudad de Culiacán enfrenta una ola de violencia extrema, marcada por múltiples enfrentamientos armados que han dejado un saldo de policías muertos y heridos, así como una elevada cifra de homicidios diarios que refleja una profunda crisis de seguridad. En un solo día se registraron dos ataques de alto impacto contra las fuerzas del orden. Por la noche del viernes, un ataque a balazos en el sector de Bacurimí dejó a dos agentes (uno municipal y otro estatal) y dos civiles lesionados. Horas después, la mañana del sábado, un enfrentamiento en el sector La Conquista resultó en la muerte de un policía estatal, identificado extraoficialmente como Jesús Wenceslao, de 34 años. Este último suceso ocurrió mientras la presidenta Claudia Sheinbaum se encontraba de visita en Sinaloa. Tras la agresión en La Conquista, donde los agentes fueron atacados desde un domicilio, se desplegó un operativo masivo con fuerzas federales y militares que culminó con la detención de un agresor herido y el aseguramiento de una casa de seguridad, armamento y tres vehículos. Estos eventos se suman a las estadísticas diarias que pintan un panorama desolador.
Informes periodísticos indican que desde el inicio de la disputa entre facciones criminales en septiembre de 2024, Sinaloa acumula 2,066 homicidios dolosos, con un promedio de 5.4 diarios, y más de 7,400 vehículos robados. Tan solo el viernes 26 de septiembre se reportaron cinco homicidios en la entidad, la mayoría en Culiacán y sus alrededores, consolidando la percepción de que la violencia está fuera de control.
En resumenLos recientes enfrentamientos y ataques directos contra las fuerzas de seguridad en Culiacán son un claro indicador de la escalada de violencia que vive la ciudad. La muerte de agentes y las altas cifras de homicidios diarios reflejan una crisis de seguridad pública que las autoridades no han logrado contener, a pesar de los operativos conjuntos con fuerzas federales y la visita de altos funcionarios.