En entrevistas y redes sociales, los clientes expresaron su desacuerdo, considerando que el estacionamiento gratuito era una ventaja competitiva y un diferenciador de la tienda. Algunos clientes, como Ana Patricia Coronel, declararon: “Era como la única plaza que no cobraba estacionamiento, la verdad no tienen por qué hacerlo; con el simple hecho de que vengamos a consumir ya se está pagando”. Otros consumidores advirtieron que esta medida podría provocar una migración de compradores hacia otras plazas comerciales que aún ofrecen estacionamiento sin costo.
Incluso se planteó la posibilidad de organizar un boicot para presionar a la empresa a revertir la decisión. Entre las propuestas de los clientes para mitigar el impacto, se sugirió implementar un sistema de validación de boletos de compra o establecer una cuota simbólica mínima para quienes demuestren haber consumido en la tienda.












