Los primeros reportes se recibieron alrededor de las 6:25 horas.

Las lonas fueron colocadas en lugares emblemáticos como la reja perimetral de la Catedral Basílica, el puente peatonal de la avenida Álvaro Obregón junto al Tecnológico de Culiacán, el distribuidor vial del sector Humaya y sobre el libramiento Benito Juárez, conocido como “La Costerita”. El contenido de los mensajes, según los informes, estaba dirigido al gobernador Rubén Rocha Moya y a la presidenta Claudia Sheinbaum, acusando a elementos de las policías estatal, municipal y de la Guardia Nacional de favorecer a una de las facciones en conflicto. La respuesta de las autoridades fue inmediata. Elementos de los tres niveles de gobierno se movilizaron para retirar las mantas, las cuales fueron aseguradas para ser integradas a las carpetas de investigación correspondientes. En uno de los operativos, elementos del Ejército sorprendieron a los individuos que colocaban una de las lonas en “La Costerita”, lo que derivó en una persecución. Los responsables lograron huir, pero abandonaron una camioneta Chevrolet Tornado blanca tipo panel en la entrada del fraccionamiento Belcantto, la cual fue asegurada por los militares. A pesar de la rápida movilización, no se reportaron detenciones de los responsables de colocar los mensajes.