La violencia contra los cuerpos de seguridad en Sinaloa ha alcanzado niveles alarmantes, con un total de 55 agentes asesinados en lo que va de 2025. Un ataque reciente en la sindicatura de Aguaruto, Culiacán, donde un policía estatal perdió la vida, ejemplifica la vulnerabilidad de los oficiales incluso fuera de servicio. El jueves 2 de octubre por la noche, un grupo armado atacó a varias personas que se encontraban en una cancha de voleibol en la colonia La Compuerta, en Aguaruto. Entre las víctimas se encontraba el agente de la Policía Estatal Preventiva, Josué Guadalupe, de 27 años, quien resultó gravemente herido y falleció posteriormente en un hospital.
En el mismo ataque resultaron lesionados su padre, un policía jubilado, y otras dos personas, incluyendo dos ex agentes estatales.
Según la Vocera de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, Verona Hernández Valenzuela, el agente fallecido “estaba asignado a la seguridad de una instalación de Gobierno”.
Los agresores, que se desplazaban en un vehículo Kia blanco, huyeron del lugar.
Este incidente se enmarca en una ofensiva intensificada contra las fuerzas de seguridad desde el 9 de septiembre de 2024, derivada de la disputa interna del Cártel de Sinaloa. La mayoría de los ataques se han concentrado en Culiacán, afectando a policías municipales, estatales y federales tanto en servicio como en sus días de descanso. La cifra de 55 agentes caídos en 2025, según registros periodísticos, no incluye a personal de las Fuerzas Armadas, cuya información sobre bajas no se ha difundido oficialmente.
En resumenEl asesinato del agente Josué Guadalupe en Aguaruto es un claro indicador de la escalada de violencia dirigida contra las fuerzas policiales en Culiacán. Este patrón de ataques, que no distingue entre oficiales en servicio o en descanso, refleja la grave crisis de seguridad que enfrenta el estado y el alto riesgo que conlleva la labor policial en la región.