Según sus familiares, se dirigía a entregar equipos electrónicos y accesorios.

La comunicación con él se perdió alrededor de las 11:30 de la mañana de ese mismo día.

Desde entonces, su paradero es desconocido.

La Comisión Estatal de Búsqueda de Personas emitió una ficha para su localización, la cual ha sido difundida ampliamente por sus seres queridos en redes sociales y grupos de mensajería. Recientemente, ante la circulación de información falsa en algunas plataformas que afirmaba que Benjamín había sido localizado, un familiar confirmó a medios que él sigue en calidad de desaparecido y que la búsqueda no ha cesado. La familia ha hecho un llamado a la población para no compartir ni replicar información no verificada, ya que esto genera falsas esperanzas y entorpece los esfuerzos de localización. El caso de Benjamín es un reflejo de la situación que viven cientos de familias en Sinaloa, donde la desaparición de personas es un delito recurrente que deja una profunda herida en el tejido social. La lucha de sus familiares por encontrarlo y mantener viva su memoria es un testimonio de la resiliencia y la exigencia de justicia en un contexto de violencia.