Uno de los presuntos secuestradores, identificado como Federico "N", de 22 años, fue abatido, mientras que otros tres resultaron heridos y fueron detenidos. A pesar de haber sido trasladado de urgencia a un hospital, el agente Alexander falleció esa noche. La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa confirmó su muerte y lamentó la pérdida. Este suceso es especialmente significativo, ya que constituye el segundo incidente de seguridad que involucra al círculo familiar del gobernador en un corto período, tras un ataque a un vehículo en el que viajaba su nieta menos de dos semanas antes.