Esta intercepción habría derivado en una confusión que desató un intercambio de disparos. Como resultado, el agente estatal Jesús Enrique “N”, de 23 años, falleció en un hospital, mientras que los dos elementos federales resultaron gravemente heridos. Sin embargo, un comunicado posterior de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa matizó la versión inicial, al señalar que el policía estatal falleció en un “hecho de seguridad” y que los dos miembros de la Guardia Nacional resultaron lesionados “como víctimas ajenas a los hechos”. Esta declaración contradice la narrativa de un enfrentamiento directo entre corporaciones y sugiere que el ataque pudo haber sido perpetrado por un tercero, o que los detalles del suceso son más complejos. La Fiscalía General del Estado ya realiza las diligencias correspondientes para determinar las responsabilidades y esclarecer si se trató de un error de identificación, una agresión externa o una combinación de factores. La zona fue asegurada por personal de la Marina, Ejército y diversas corporaciones policiales, quienes recabaron casquillos y otros indicios balísticos en la escena.