El virus, comúnmente conocido como enfermedad de "mano-pie-boca", es altamente contagioso y se manifiesta con síntomas como úlceras en la boca, sarpullido en manos y pies, y fiebre. Aunque generalmente no es una enfermedad grave en niños, su fácil propagación ha puesto en alerta al sector educativo y de salud.

Las autoridades sanitarias han descartado, por el momento, el cierre de escuelas.

En su lugar, han emitido una fuerte recomendación para que los padres de familia no envíen a clases a los menores que presenten síntomas, instándolos a mantenerlos en casa en reposo para evitar la transmisión del virus.

Las principales medidas preventivas difundidas son el lavado frecuente de manos y evitar el contacto directo entre niños.

Como medida adicional en otras zonas afectadas como Guamúchil, se ha anunciado la instalación de filtros sanitarios en las entradas de las escuelas para detectar a tiempo a los menores con síntomas.