Los agentes respondían a un reporte de robo y perseguían a los sospechosos, quienes viajaban en un vehículo Audi oscuro.
Durante la persecución sobre la maxipista Culiacán-Mazatlán, los civiles armados dispararon contra la patrulla y arrojaron artefactos “ponchallantas”. Esta acción provocó que el conductor de la unidad oficial perdiera el control, volcando debajo de un puente en el trébol de la carretera Culiacán-Eldorado. Uno de los agentes, identificado como el sargento segundo Julián N., salió proyectado del vehículo contra un muro de contención y falleció en el lugar; su cuerpo presentaba heridas de bala. El segundo elemento, Luis Abel N., resultó gravemente herido por la volcadura y con al menos dos impactos de bala en el tórax; fue trasladado a un hospital del Seguro Social en Costa Rica, donde falleció horas más tarde. Otros dos militares resultaron heridos en el mismo suceso.
Tras los hechos, se desplegó un operativo de diversas corporaciones federales y de la Fiscalía de Sinaloa para iniciar las investigaciones, sin que se informara sobre la identificación de los responsables. Un artículo contextualiza que Sinaloa es uno de los estados más peligrosos para los agentes de seguridad, con 42 elementos asesinados en lo que va del año.













