En la colonia Torres de Aeropuerto, dos personas fueron asesinadas en un taller mecánico. En la colonia Díaz Ordaz, un hombre que conducía un Ford Figo fue acribillado desde otro vehículo en movimiento. Casi al mismo tiempo, en el Primer Cuadro de la ciudad, sobre el bulevar Francisco I. Madero, otra persona fue asesinada a balazos afuera de un establecimiento.

Estos hechos se suman a otros incidentes recientes que demuestran un patrón de violencia dirigida.

La tarde del 23 de octubre, un grupo armado irrumpió en una residencia en la colonia Las Quintas, causando daños significativos en la fachada y portones.

El mismo día, una pareja de jóvenes resultó herida por esquirlas durante un presunto intento de despojo de su automóvil. Además, se identificó a Erick L., un ciudadano estadounidense, como la víctima hallada muerta en su domicilio temporal en la colonia Adolfo López Mateos tras un reporte de detonaciones. Estos eventos, ocurridos en diferentes zonas y contextos, muestran que la violencia no se limita a enfrentamientos entre grupos delictivos, sino que impacta de manera letal y directa en la vida cotidiana de los residentes.