Esta medida anual busca aliviar los costos durante los meses más calurosos, pero su finalización implicará un ajuste en las tarifas para el consumo doméstico. El subsidio, conocido como tarifa 1F en zonas con temperaturas promedio de al menos 33 grados Celsius, se aplica durante los seis meses consecutivos más cálidos del año. Su propósito es mitigar el impacto económico del uso intensivo de aparatos de enfriamiento como aires acondicionados, ventiladores y refrigeradores. Con la llegada del otoño y la disminución de las temperaturas, el subsidio concluye el 31 de octubre.

Sinaloa es uno de los nueve estados del norte y noroeste del país donde se aplica esta medida, junto con Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Baja California Sur y Nayarit.

A partir de noviembre, la tarifa volverá a la normalidad, lo que significa que las familias que superen el consumo promedio establecido por la CFE notarán un incremento en su factura eléctrica.

Los hogares con un consumo moderado, por otro lado, podrían mantener tarifas similares a las del año anterior.

La CFE recomienda a los usuarios revisar sus recibos para identificar cómo este cambio podría afectar su economía y sugiere medidas de ahorro, como desconectar aparatos que no se usan, aprovechar la luz natural y dar mantenimiento a los electrodomésticos para asegurar su eficiencia energética.

El subsidio se reactivará nuevamente en abril de 2026.