Docenas de establecimientos han cerrado y las ventas se han desplomado hasta en un 70%. Mariano Padilla, propietario de un restaurante, señaló que su “ticket promedio ha bajado drásticamente y te puedo decir, en promedio a la mitad de lo que traíamos”. Analistas como David Cisneros, investigador de la UAS, explican que estos negocios dependían de una clientela con alto poder adquisitivo, habituada al consumo ostentoso, que podía gastar “en una sola sentada entre los 60 mil, 80 mil pesos”.

El empresario Ignacio Osuna reflexionó sobre la insostenibilidad de este modelo económico: “Quizá los sinaloenses al no tener problemas, pensamos que el modelo podía ser sostenible porque pues mucho dinero, mucho flujo, definitivamente el modelo no fue sostenible”.