Apenas tres días antes, otro operativo había localizado 10 celulares, un cuchillo y aparentes dosis de droga.

Una tercera revisión, reforzada por el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, culminó con el hallazgo de otros 11 celulares, 22 puntas y 11 cargadores. La reincidencia de estos decomisos sugiere la existencia de redes de corrupción que facilitan el ingreso de contrabando, un problema que las autoridades buscan atajar. Todo el material confiscado ha sido puesto a disposición del Ministerio Público para abrir las carpetas de investigación correspondientes y deslindar responsabilidades, incluyendo la posible complicidad del personal penitenciario. La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa ha reiterado que estos operativos continuarán de manera sorpresiva para fortalecer la seguridad, prevenir actos de violencia y garantizar el control dentro del centro penitenciario.