Entre los incidentes más notables se encuentra un ataque armado frente a la concurrida plaza Cuatro Ríos, donde dos hombres jóvenes fueron asesinados a bordo de su camioneta. En otro hecho, un enfrentamiento entre presuntos grupos rivales en la localidad de El Guasimal, perteneciente a Culiacán, dejó un saldo de cinco personas fallecidas y nueve detenidos tras un operativo terrestre y aéreo de las fuerzas de seguridad. La violencia se extendió a diversas colonias, con ejecuciones reportadas en Los Huizaches y un ataque a balazos contra un domicilio en Espacios Barcelona. El experto en incidencia delictiva, Javier Llausás Magaña, advirtió que la ciudad atraviesa una de sus peores crisis, manteniéndose en el cuarto lugar nacional en homicidios dolosos con una tasa anualizada de 112 por cada 100,000 habitantes. Además, señaló que "el robo de vehículos es el preludio de que algo va a pasar, es la anticipación de que viene un homicidio o la desaparición de una persona", conectando el alto número de despojos con la violencia letal. El gobernador Rubén Rocha Moya reconoció que, aunque Sinaloa ha mejorado su posición a nivel nacional, la violencia sigue siendo un desafío principal.