UU. (FinCEN) propuso una medida especial para excluir a diez establecimientos de juego en México, incluyendo cuatro en Sinaloa, del sistema financiero estadounidense.

La acusación formal señala que el Grupo Criminal Organizado Hysa opera estos negocios para blanquear capitales ilícitos. Como parte de esta acción, la FinCEN busca prohibir que instituciones financieras estadounidenses mantengan cuentas corresponsales que procesen transacciones vinculadas a estos casinos.

Este movimiento se coordinó con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) y el Gobierno de México. En paralelo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Gabinete de Seguridad de México informaron sobre la detección de un complejo esquema de lavado de dinero que involucra a 13 casinos físicos y virtuales en ocho estados, entre ellos Sinaloa. Las autoridades mexicanas identificaron operaciones millonarias en efectivo, flujos internacionales hacia países como Estados Unidos y Rumania, y el uso de plataformas digitales no supervisadas para ocultar el origen de los fondos. El modus operandi incluía el uso de personas con perfiles económicos vulnerables (amas de casa, estudiantes, desempleados) para legitimar ingresos. Como resultado, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentará denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por operaciones con recursos de procedencia ilícita.